capitulo 1.Segunda parte

           

Iré yo. Dijo Edward

 No, soy yo quien debe ir, eh visto todos los futuros posible, y Jasper, ya sé que dirás, pero debo ir sola, es lo mejor para todos. Finalizo Alice

Una cosa más Jasper, no intentes seguirme, ya que lo que pasaría no sería muy bueno, por favor solo prométemelo.

 Está bien, lo prometo. Dijo este arrastrando las palabras.

El vuelo, fue algo largo a su parecer, la última vez que Alice había viajado a Volterra, había sido para salvar a Edward, su hermano. No le agradaba mucho la idea, pero era lo mejor para todos.

Al bajar en Volterra Alice fue corriendo a velocidad vampírica hacia el castillo, tenía que decirles todo y cuanto antes mejor, así y solo así podría irse en paz a casa, sabiendo que había hecho lo correcto.

Al llegar ahí ya había un sirviente humano esperándola en la puerta, al parecer habían captado su esencia.

Por aquí, mi lady- Dijo uno de sus tantos sirvientes humanos.

Alice y el sirviente no intercambiaron palabra alguna durante el camino a la sala de tronos; y ahí estaban sus tres vampiros favoritos en todo el mundo. Eso pensó ella.

Al parecer ella se forzaba a sonreír, pero no podía ocultar en su sonrisa o en su cara, su disgusto por ellos o el modo en el que llevaban sus vidas.

 -Querida Alice, acaso haz reconsiderado, nuestra propuesta y deseas unirte a nuestra corte, sabes, el tenerte con nosotros sería un verdadero placer.

-Aro, tú sabes que yo jamás dejaría a mi familia.

-Lo sé, pero había que intentarlo.

-Aro, lo que tengo que mostrarte es algo serio, es por eso que me tome la molestia de venir hacia acá.

Alice, no trastabillo y al instante ofreció su mano a Aro. En pocos minutos Aro había visto ya todo lo que necesitaba.

-Interesante, pero como es eso posible???-Pregunto Aro, ahora su sonrisa se había ido.

-Cómo es posible Que? Pregunto Cayo, impaciente como siempre cuando sentía que estaba siendo dejado fuera de algo.

-Compañeros míos lo que tengo que decirles, es algo difícil de creer. Los hombres lobo, no están para nada extintos, se transforman a voluntad, andan en manadas, pero no son como nuestros amigos de Forks, esto son verdaderos hijos de la luna, pero ya no dependen de ella.

-Pero, como?, si yo mismo me encargue de asesinar a esas malditas bestias, ¿Cómo es posible? Dijo Cayo.

-Estas seguro de haberlos matado a todos Cayo, tu sabes que como nosotros, los hombres lobo(de raza pura), pueden crear a otros con una simple mordida, y con uno de ellos que hubiera quedado…

-Pero yo estaba seguro de…Esta vez la voz de Cayo temblo y alcnzo a oírse lo que eran indicios de miedo.

 Estaban tan ocupados que no se habían dado cuenta de que Alice Cullen se había retirado del lugar.

Esta es la segunda parte de mi primer capitulo, espero y les guste.
Feliz navidad a todos.