viernes, 20 de abril de 2012

Capitulo 5...


Bip, Bip, Bip.
Me desperté, no me quería levantar, pero tenia que. Hoy era el primer día de clases, después de las vacaciones, y no podía faltar.
Decidí levantarme mas temprano de lo habitual, tía Mery, seguía dormida como siempre (la muy floja), decidí no despertarla, había llegado muy noche del trabajo.
Fui a darme una ducha, al llegar al baño, puse el agua lo mas caliente que mi cuerpo la soportara, me desvestí y me sumergí en la tina.
Por un momento, casi sentí olvidarme de todo, y no podía creer que al fin, regresaría y vería a todos mis amigos (Mike, Ron, Mel, Dylan, y Rose).
Había una chica llamada Brittany, la verdad es que con ella no me llevaba nada bien, al recordarla sentí vomitar la bilis, era la típica rubia y sin sesos, que se cree superior a todos, y para el colmo ella era la líder de las porristas. Buaj.
La razón de que nos lleváramos tan bien, era que nos había gustado el mismo chico desde hace tiempo, y adivinen que, Si yo se lo gane.
Yo me había enamorado de él, bueno o eso creía, era tonta e inmadura, y no sé que mas decir en mi defensa, al final me di cuenta de que era solo cariño y afecto, pero no amor lo que sentía por el. Nuestra relación, no había terminado nada bien, y ahora el apenas y volteaba a verme.
También, estaba Mel, ella mi mejor amiga en todo el mundo. Todo lo que me pasaba, se lo contaba a ella. Mel, era mi confidente y mi cómplice.
Ella era de tez morena, su cabello era de color negro, tan negro que a veces con la luz podría creerse azul, con su pelo rizado como una ovejita (la oveja negra de la familia, de su familia mas bien). Ojos rasgados y de color verde. Media alrededor de 1.50, y su tema favorito, era chicos, por supuesto.
Tocaron la puerta del baño, que fue lo que me saco de mis pensamientos, era Tía Mery. Volvió a tocar la puerta, al parecer me había quedado mucho tiempo embobada, pensando en lo bien que lo pasaría en la escuela, que no me había percatado del tiempo que había pasado.
-Des, querida ya sal de ahí, si no me doy una ducha rápido, llegare tarde al trabajo, y tú a la escuela.
Tome mi bata de baño lila, me envolví en ella y Salí rápidamente para ir a cambiarme a mi cuarto. Tarde un rato en decidir que ponerme para al final terminar con mi conjunto habitual: Unos jeans desgastados, una blusa cualquiera, y mis converse negras.
Termine de arreglarme, baje las escaleras y fui directo a desayunar un cereal con leche.
Tome mi mochila y mi i pod y fui al carro a esperar a tía Mery. Ella subió después de unos minutos. Encendí la calefacción; ya que hacia mucho frio, lo habitual en Inglaterra.

Tía Mery condujo en silencio hasta el instituto, estaba tan afectada como yo, por la muerte de mis padres, y aunque había pasado ya un año, el dolor no había disminuido… para nada. Freno en seco, ya habíamos llegado.
Baje del carro, me puse mi i pod a todo volumen, mientras caminaba a la entrada de la escuela.

Esta seguía igual, que antes de que me fuera, la escuela estaba cerca de un bosque. A veces cuando me aburría, me iba a leer o a escribir al bosque, me gustaba escribir algo de poesía, pero nadie aparte de mi la había leído, jamás, ni siquiera mi mejor amiga.

De pronto, sentí un tirón en mi oreja, ya tenía una imagen de quien podría haber hecho eso. Si, era Mel.
-¿A que no adivinas que?- Dijo Mel alegremente.
-¿Qué? Pregunte algo disgustada, porque me quitara los audífonos en mi canción favorita, ahora que si se descomponían ella se iba a encargar de conseguirme otros, le insistiría hasta que lo hiciera.
-Ay no te enojes, creo que alguien se levantó algo gruñona, hoy- Lo último lo dijo haciéndome cosquillas -.-. Y yo que venía tan contenta a contarte sobre mi cita de anoche- Puso una cara de perrito triste aun a sabiendas de que yo odiaba eso.
- ¿Qué paso en tu  importantísima cita? Mi voz cargada de sarcasmo.
- Bueno, te lo diré de todos modos, te guste o no.
Si, así funcionaba nuestra amistad. Un poco descabellada no?
-El tipo con el que salí era un completo desastre…
- Y entonces donde ha quedado lo genial de la cita. Lo dije haciendo unas comillas al aire con mis dedos en la palabra genial.
-Si, déjame continuar. El tipo es de esos que a los 40 tal vez viva con su madre, o más bien, en el sótano de su madre, pero el camarero que nos atendió, ¡estaba muy guapo.
Espero a que se fuera mi cita y me invito al cine, y tú sabes chico lindo, película gratis, no me pude resistir.

Sonó el timbre, gracias a Dios porque hoy no tenía ganas de escuchar la verborrea de Mel sobre sus citas. Lo único malo era que nos tocaba historia con el profesor Witlock, a decir verdad él era un hombre bastante raro, y siempre escupía al hablar, motivo por el cual nos sentábamos al final de la clase.

El profesor nos detuvo al entrar por la puerta
-      Señorita Thorne- se refería a Mel- Me concedería usted el honor de acompañarme hoy al frente de la clase, por favor siéntese por aquí- le dijo indicándole la banca próxima.
-      Si, profesor- Dijo la aludida con mala cara.
-      Suerte- fue lo único que alcance a decirle.
Yo en cambio, si tome mi lugar habitual. Cuando de repente se abrió la puerta y entro un chico que nunca antes había visto, pero aun así había algo en el que se me hacía conocido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario